lunes, 15 de diciembre de 2008

Maratón de las arenas

Se va Francis, entre otros, al desierto de Marruecos a correr el maratón de las arenas. Yo, torpeza serena y pura, le escribo sin querer un soneto sin rima ni métrica ni orden ni respeto.

Sentirán las repetidas arenas
los pies únicos de la palabra certera,
y un amarillo nuevo cercenará la noche
maquillada de fatigas indelebles.

Las alondras sin mar no te aullarán
derretidas en ausentes sombrajes,
y un blanco añejo celebrará la copa
rociada de luces y ambrosías.

No fraguará la lágrima en llanto,
no verá el sol otro sol deleitado
al albur de las huellas y los pasos.

Decantará el desierto a tu favor
la duda de las ausencias breves,
la rabia de las plegarias finales.




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